En la lengua de Ikaro

Hola seres cuestionables; soy de nuevo, aquel de alas quemadas y de espíritu libre, que agobiado por las faenas diarias se suscribe a la rutina de sobrevivir. Pues digo rutina, ya que gastas parte de tu vida en servir a los fines de otros (eso es trabajar en una empresa), para que esos otros se llenen sus bolsillos, con tu talento; ¡claro!, si posees alguno. Pues bien es dicho que algunos nacen para ser peones y otros para ser reyes o simplemente un rebelde y es que de estos quedan pocos.
Hoy vengo con algunas palabras, en este blog del siglo 21, en los albores de una zoociedad, hecha a imagen y semejanza del tío Sam. Por ello ser de ojos cerrados, que fácil te manipulan por un puñado de dólares, aquí te dejo estas esquelas de corta duración, como todo lo que te gusta.