Apunte nocturno de pizarra
Alegatos,
exclamaciones y referencias inexactas se yuxtaponían en un continuo vaivén de
incertidumbres. Es que aquello era el escape de aquellos que anhelaban
encontrarse corrigiendo, argumentando, protestando ante sus congéneres, sus
amigos, sus confidentes sin memoria, hábiros poco compatibles con un sano
pasado.
El
vicio llegó el lugar, testificando su casi nula motora fina. Esa fórmula, ese
conjuro, esa invocación metódica a las esquivas musas se refracta por el
cristal, el plástico, el aluminio: mierda, cerote, ausencia.
Por
el demonoesperperpético, clán, clán…
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